El alfarero y la vasija imperfecta
Cuando sientas que las cosas no funcionan, recuerda: eres como la arcilla en manos del alfarero. Tal vez hoy no veas la forma final, pero cada giro, cada caída, cada intento, te está moldeando para algo más grande.
REFLEXIONES DE VIDA
Eduardo Núñez
9/11/20251 min read
Un lunes gris, un aprendiz llegó al taller del alfarero cabizbajo. Había intentado mil cosas el fin de semana, pero nada parecía salir bien.
—Maestro —dijo frustrado—, siento que todo lo que hago se rompe en mis manos.
El alfarero sonrió y lo invitó a observar su torno. Sobre él, un pedazo de barro húmedo giraba sin forma.
—Mira bien —dijo mientras sus manos firmes moldeaban la arcilla—. Al principio, todo parece caótico: el barro no obedece, se deforma, se derrumba… pero con paciencia, presión y tiempo, se convierte en una vasija hermosa y fuerte.
El aprendiz preguntó:
—¿Y si se rompe? ¿Y si no queda como esperaba?
El maestro lo miró con calma y respondió:
—Entonces lo vuelvo a amasar, lo pongo otra vez en el torno… y comienza de nuevo. Porque el valor no está en rendirse al primer intento, sino en confiar en que cada giro nos acerca más a lo que podemos llegar a ser.
Ese día, el aprendiz comprendió que la vida no es distinta al barro: a veces se desmorona, a veces duele, pero siempre puede rehacerse en manos de la perseverancia.
✨ Reflexión de lunes:
Cuando sientas que las cosas no funcionan, recuerda: eres como la arcilla en manos del alfarero. Tal vez hoy no veas la forma final, pero cada giro, cada caída, cada intento, te está moldeando para algo más grande.
Más reflexiones en www.eduardocontigo.net