El reloj del desván

No se trata de cuántos años tienes… sino de cuánta vida pones en cada instante. Vive antes de que mis manecillas te olviden. Ama aunque duela, ríe aunque tiemble, habla aunque te callen. Porque, hijo… cuando yo me detenga para ti, ya no habrá segunda oportunidad.

REFLEXIONES DE VIDA

Eduardo Núñez

9/3/20251 min read

black and white analog clock
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En lo más alto de una vieja casa, olvidado entre polvo y telarañas, descansaba un reloj de péndulo. Hacía años que nadie lo miraba… su tic-tac se había apagado.

Una tarde, un joven subió al desván buscando un baúl. Al mover cajas y papeles viejos, descubrió el reloj. Fascinado, sopló el polvo y acarició su madera gastada.
De pronto, el péndulo comenzó a moverse. Y con voz profunda, el reloj habló:

—Te voy a regalar un secreto que los hombres olvidan: el tiempo que corre en mí, no vuelve jamás.

El muchacho retrocedió sorprendido, pero la voz continuó:

—He visto generaciones enteras mirarme pasar. Algunos me temieron, otros me ignoraron. Pero solo unos pocos… se atrevieron a vivir mientras los acompañaba.

El joven, temblando, preguntó:
—¿Qué significa vivir de verdad?

El reloj respondió con un eco lento y solemne:
—No se trata de cuántos años tienes… sino de cuánta vida pones en cada instante. Vive antes de que mis manecillas te olviden. Ama aunque duela, ríe aunque tiemble, habla aunque te callen. Porque, hijo… cuando yo me detenga para ti, ya no habrá segunda oportunidad.

El péndulo se frenó. El reloj quedó en silencio.

Aquel joven bajó del desván con lágrimas en los ojos… entendiendo que había recibido un mensaje único: el llamado a no dejar pasar los días como si fueran eternos.

Desde entonces, cada mañana, antes de salir de casa, miraba al cielo y se repetía:
"Hoy… no voy a posponer la vida."

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