Nunca pierdas tu brillo

Nunca dejes que las tormentas te roben el brillo. La fe y la confianza en ti mismo son las llaves que encienden tu verdadera luz.

INSPIRACIONES

Eduardo Núñez

10/29/20251 min read

Había una vez una luciérnaga que vivía en lo más profundo del bosque. Cada noche brillaba con intensidad, iluminando rincones oscuros y acompañando a los viajeros perdidos. Sin embargo, un día, una fuerte tormenta la golpeó. El viento apagó su luz, y los demás animales comenzaron a burlarse de ella: “Ya no sirves, tu brillo se ha ido”.

La luciérnaga se sintió pequeña y dudó de sí misma. Pasó noches enteras escondida, creyendo que su destino era vivir en la sombra. Pero dentro de su corazón, una vocecita le decía: “Tu luz no está perdida, solo está esperando que creas en ella”.

Entonces, recordó que la fe es como el sol detrás de las nubes: aunque no lo veamos, siempre está ahí. Con paciencia, la luciérnaga volvió a intentarlo. Cada noche movía sus alas, confiaba, respiraba profundo y, aunque al inicio solo salía un destello débil, poco a poco recuperó su resplandor.

El bosque entero quedó asombrado cuando regresó más brillante que nunca. Su luz ya no era solo un destello, era un faro que recordaba a todos que lo importante no es caer, sino no perder la fe en lo que uno lleva dentro.

La moraleja es sencilla: nunca dejes que las tormentas te roben el brillo. La fe y la confianza en ti mismo son las llaves que encienden tu verdadera luz.

🌟 Y si hoy sientes que tu luz titila, recuerda la lección de la luciérnaga: tu brillo es único, y el mundo lo necesita.

Te invito a seguir reflexionando conmigo en mi blog www.eduardocontigo.net, donde cada palabra es un destello para el alma.