La reflexión de hoy
Reflexión de hoy: El libro de tu vida
El día de tu nacimiento, cuando solo sabías llorar, recibiste mil besos y caricias, pero también un libro con las hojas en blanco, sin estrenar: ¡EL LIBRO DE TU VIDA! .
Desde aquel instante comenzaste a escribir la historia de tu vida. Ya llevas varias páginas. ¿Qué has escrito hasta ahora?.
A veces escribimos y escribimos y nunca ojeamos las páginas escritas.
Toma el libro de tu vida y repásalo durante unos minutos. Tal vez encuentres capítulos o páginas que te gustaría besar, algunas escenas te harán llorar, y al abrir alguna página amarilla o reciente, te entraran ganas de arrancarla. Se ve negra con salpicaduras de tinta.
Pero Pilatos te diría: ¡Lo escrito , amigo, escrito está!.
Tú lo has escrito con tu puño y letra. No con cualquier tinta, sino con la tinta de tu libertad. "Tú mismo has forjado tu propia aventura", decía el manco Lepanto. "Porque veo al final de mi duro camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino", sentencia Amado Nervo.
No arranques esas páginas, pide perdón si cometiste un error y así podrás continuar escribiendo tu historia mejor que ayer.
Aprovecha tu tinta porque tarde o temprano se te va acabar, y ¡no se venden repuestos ni en los kioscos ni en las librerías!
La vida es una y se vive una sola vez. La muerte cerrará tu libro.
Todos somos arquitectos y novelistas, así que , amigo, borrón y cuenta nueva.
Tú decides que escribirás hoy y en qué cantidad, qué tipo de letra y la forma de escribir.
Desde aquel instante comenzaste a escribir la historia de tu vida. Ya llevas varias páginas. ¿Qué has escrito hasta ahora?.
A veces escribimos y escribimos y nunca ojeamos las páginas escritas.
Toma el libro de tu vida y repásalo durante unos minutos. Tal vez encuentres capítulos o páginas que te gustaría besar, algunas escenas te harán llorar, y al abrir alguna página amarilla o reciente, te entraran ganas de arrancarla. Se ve negra con salpicaduras de tinta.
Pero Pilatos te diría: ¡Lo escrito , amigo, escrito está!.
Tú lo has escrito con tu puño y letra. No con cualquier tinta, sino con la tinta de tu libertad. "Tú mismo has forjado tu propia aventura", decía el manco Lepanto. "Porque veo al final de mi duro camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino", sentencia Amado Nervo.
No arranques esas páginas, pide perdón si cometiste un error y así podrás continuar escribiendo tu historia mejor que ayer.
Aprovecha tu tinta porque tarde o temprano se te va acabar, y ¡no se venden repuestos ni en los kioscos ni en las librerías!
La vida es una y se vive una sola vez. La muerte cerrará tu libro.
Todos somos arquitectos y novelistas, así que , amigo, borrón y cuenta nueva.
Tú decides que escribirás hoy y en qué cantidad, qué tipo de letra y la forma de escribir.
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