La reflexión de hoy: Que importa la edad

La lucha por mantener la eterna juventud es una de las mayores batallas de la mujer y del hombre. La sociedad nos convierte en unos adictos, necesitando estar siempre al día en la belleza, en el buen ver y jóvenes, midiendo nuestra valía en función de la personalidad, el carácter. 

Mejor sería madurar con dignidad y estilo. La mujer madura es más fuerte, segura e interesante y, por lo tanto, más atractiva. No tan joven, pero sí una mujer más bella

La juventud es una etapa maravillosa por la que todos pasamos y disfrutamos. Sin embargo, la juventud es una etapa más de la vida:  no es la única, ni la mejor.

Bella juventud, bella madurez.

La vida es perfecta tal y como es.
Cuando disfrutamos de la juventud, solemos también sufrir de la inseguridad que la caracteriza, y no nos valoramos ni conocemos como debiéramos. Cuando el tiempo pasa y no somos tan jóvenes, es cuando verdaderamente sabemos quiénes somos y lo que queremos.

La juventud está para compensar las inseguridades y los errores. La madurez, para afrontar los cambios de la vida y de nuestro cuerpo. Aprovechemos la madurez para convertirnos en una gran persona, más fuerte, más valiente, más segura y atractivos. 

Cada edad tiene sus ventajas. Cuando aprendes que la autenticidad, el carisma, la seguridad, y el ocuparse de uno mismo,no hay nada que pueda competir contigo.  Una mujer con ganas de comerse el mundo es la más interesante de todas. La juventud puede ser embriagadora y deseable, pero en el medio plazo, si sólo es eso, aburre.

Por muy atractivas y jóvenes que puedan ser, si no cultivan personalidad, solo se quedará como la bonita portada de un libro, que una vez ojeado, no apetece leer. Sustituyamos nuestras preocupaciones más banales y ocupémonos de equilibrar nuestra vida con nuevos y apasionantes retos.

La persona valiosa es aquella que sabe madurar con dignidad, la que se siente fuerte por dentro y por fuera, la que toma las riendas de su vida, y que sabe adaptarse a los cambios. Sus arruguitas sólo le recuerdan las experiencias vividas, sus risas y sueños cumplidos.

Suspirar por quienes fuimos o compararnos con las demás es darnos muy poco valor a nosotras mismas. La vida no es un concurso: No hay ninguna mujer en el mundo que pueda compararse contigo. Como tú, no hay ninguna. Explota siempre lo mejor de ti, sin compararte con nadie más.

No importa tu edad, ni tu altura, si te sientes bien y tienes seguridad en ti, así te verán. 

Author Jhosan 
Adaptación: ENG

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