No mates tus sueños - La reflexión de hoy

 Había una vez un joven llamado Martín, que siempre había soñado con convertirse en músico. Desde niño, cuando escuchaba melodías, sentía que su corazón se llenaba de alegría y que ese era su propósito en la vida. Sin embargo, su camino no fue fácil.

Cuando le contó a su familia que quería dedicarse a la música, ellos se rieron. Le dijeron que los sueños no pagaban las cuentas, que debía estudiar algo "serio" si quería tener un futuro. Sus amigos también se mostraron escépticos, lo llamaban "soñador" en tono de burla y le sugerían buscar un trabajo común y corriente. Martín, a pesar de estos comentarios, decidió seguir su corazón.

Un día, después de intentarlo muchas veces sin éxito, recibió la noticia de que no había sido aceptado en una audición importante. Esto lo destrozó. Sentía que todo salía mal, que no importaba cuánto se esforzara, nada parecía tener sentido. Se sintió solo, incomprendido, y por un momento pensó en abandonar su sueño.

Pero esa noche, antes de dormir, recordó por qué había empezado en primer lugar. Recordó cómo la música le daba vida, cómo le hacía sentir que era parte de algo más grande. Entonces, algo cambió en su interior. Decidió no rendirse. Sabía que sus sueños eran valiosos y que, aunque el camino fuera difícil, eran su razón para seguir adelante.

Con el tiempo, Martín encontró oportunidades inesperadas, puertas que jamás pensó que se abrirían. Todo comenzó a mejorar, no porque la vida se volviera más fácil, sino porque él nunca dejó de creer en su sueño, ni permitió que otros lo apagaran.

Reflexión:

A veces, la vida puede parecer injusta. Nos esforzamos, ponemos todo nuestro corazón, y sin embargo, las cosas no salen como esperamos. En esos momentos oscuros, puede ser fácil perder la esperanza, sentir que todo está en contra y que no hay salida.

Pero es precisamente en esos momentos cuando más necesitamos aferrarnos a nuestros sueños. Esos sueños que, aunque frágiles, son el motor que nos empuja a seguir. No importa cuántos obstáculos aparezcan en el camino, ni cuántas personas duden de ti. Lo importante es que tú creas en ti mismo, que no pierdas esa ilusión que te hace levantarte cada mañana con ganas de luchar.

No permitas que las dificultades de hoy borren las posibilidades de mañana. Sigue soñando, sigue creyendo en lo que puedes lograr, porque es ese fuego interior el que te llevará lejos. La vida puede ser impredecible, pero aquellos que nunca dejan de soñar siempre encuentran su camino.