El asiento del copiloto - Reflexión de hoy
Alicia era una joven que sentía que su vida se salía de control. Todo parecía ir mal: su relación se rompió, perdió su empleo y su salud se deterioraba. Cada noche, lloraba en silencio preguntándose por qué todo le pasaba a ella.
Una tarde, decidió caminar sin rumbo y terminó entrando en una pequeña capilla. Se sentó y, entre lágrimas, hizo una oración que no había hecho antes:
—Dios… si estás aquí, ¿podrías conducir Tú por un tiempo? Estoy cansada de chocar.
Esa noche soñó que estaba en un coche. Ella manejaba, pero el camino era oscuro y peligroso. De repente, Dios apareció y le dijo:
—¿Puedo conducir?
Alicia se hizo a un lado. Dios tomó el volante, y aunque el camino seguía difícil, ella se sintió segura. En el sueño, no llegaron a un destino fijo, pero Alicia despertó con paz en su corazón.
Desde entonces, algo cambió. No fue mágico ni instantáneo, pero sus días fueron más claros. Comenzó a trabajar en su interior, recuperó la alegría en lo simple, y encontró oportunidades donde antes solo veía pérdidas.
Cada vez que dudaba, cerraba los ojos y decía:
“Tú maneja, Señor… yo solo disfruto el paisaje.”
Reflexión:
Cuando la vida parece no tener sentido, quizá solo estamos sentados en el volante equivocado.
Ríndete, no a la tristeza, sino al plan de Dios.
Confía en que mientras Él conduzca, llegarás justo donde debes estar.
Descubre más historias en www.eduardocontigo.net
Un espacio donde siempre hay un mensaje para el alma.
#HistoriasQueInspiran #EduardoContigo #DiosConduce #MentePositiva #ReflexiónDelDía
No hay comentarios.