La guerra invisible - La reflexión de hoy
En un rincón del mundo, lejos de las noticias, las bombas y los titulares, vivía Rosa, una mujer sencilla que no entendía de política ni de estrategias militares, pero que cada mañana luchaba su propia guerra.
La guerra de los gritos en casa.
La del silencio entre ella y su esposo.
La del hijo que se había perdido en las drogas.
La del dolor de ver a su madre en abandono.
La guerra que más dolía: la de su propia mente, que no la dejaba vivir en paz.
Un día, mientras caminaba por el parque, escuchó a un anciano hablar con su nieto:
“La paz del mundo comienza en cada uno. El día que tú decidas dejar de pelear contigo mismo, ese día ya habrás salvado una parte del mundo.”
Esa frase le dio un vuelco al corazón. Rosa entendió que la guerra no solo está en los campos de batalla, también habita en la casa donde se grita, en los sueños que se callan, en el amor que se olvida.
Desde ese día, Rosa no cambió el mundo… pero cambió su mundo.
Dejó de gritar. Abrazó más. Perdono con llanto. Y comenzó a vivir con más gratitud que quejas.
Y en ese pequeño acto de amor… comenzó la paz.
Reflexión
No esperes cambiar el planeta con un acto grandioso. Cambia tu mundo, tu entorno, tus heridas… y desde ahí, comienza la verdadera transformación.
La paz no es un lugar, es una decisión.
Empieza contigo.
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